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Centro Fénix de Naturopatía tiene el placer de invitarles a conocer sus técnicas terapéuticas,
probadas y usadas por millones de personas, con éxito, en todo el mundo;
para el remedio de síntomas como la depresión, el estrés, la ansiedad.
Dolores musculares y óseos. Problemas respiratorios y alergias.










miércoles, 6 de marzo de 2013

Los Mensajes del Rostro

Por lo general un rostro sano posee una piel suave, elástica y brillante, semejante a la de los niños. Pero aunque el cutis ideal dura tan poco como la infancia, muchas de las alteraciones que sufre nuestra piel no se deben exclusivamente al paso de los años, sino a un progresivo deterioro de la salud.

Una de las causas que más daños cutáneos produce es, sin duda, el estrés, puesto que genera un desequilibrio corporal que acelera el proceso de envejecimiento cutáneo, ya que disminuye el riego sanguíneo. Al recibir menos nutrientes las células de la piel, llamadas queratinocitos, dejan de participar en los mecanismos naturales de defensa, debilitando el sistema inmunológico.

A la hora de interpretar los signos nunca debemos tener en cuenta el aspecto del rostro de una persona que tenga sueño, esté enfadada o se sienta deprimida, termine de hacer el amor o esté en estado de embriaguez.
En todos estos casos, el color y el aspecto general del rostro puede verse alterado. Otro aspecto a tener en cuenta es si la persona ha sufrido algún tipo de cirugía plástica o lleva maquillaje que altere la coloración normal. Finalmente, la edad es un dato importante a tener en cuenta, porque, con los años, el rostro sufre modificaciones significativas.

Signos Bajo la Nariz
Surco horizontal profundo en la base de la nariz: muestra propensión a las alergias, y también una disminución del deseo sexual.
Surco ventral profundo en el mentón: sufrimiento, frustración o deseo sexual reprimido.
Arruga ventral profunda al lado de la boca: debilidad del sistema reproductor.
Punta de la nariz roja: padecimiento cardíaco.

Arrugas en la Frente
Las arrugas en el centro de la frente, donde las medicinas orientales sitúan el tercer ojo, es decir el que “ve” la realidad con las emociones y el corazón, pueden indicar el deseo de abrirse a los sentimientos y al conocimiento profundo.
Las arrugas horizontales en la frente: indican preocupaciones, consumo excesivo de líquidos, azúcar y grasas. A menudo estas arrugas revelan un mal funcionamiento del intestino por culpa de los desequilibrios alimentarios. Estas arrugas también se forman con mayor frecuencia en las personas que sufren cansancio mental.
Arrugas verticales en la frente: son típicas de personas tensas y agitadas. Si son profundas y la piel está amarillenta y aparecen más pronunciadas en el lado derecho, indican hígado débil o problemas hepáticos. Si estas arrugas están más pronunciadas en el lado izquierdo, revelan problemas en el bazo.

Señales en la Cara
Zona sensible en el centro de las mejillas: indican congestión de los senos nasales o problemas digestivos.
Arruga de la risa prominente: indica problemas pancreáticos y tendencia a la diabetes.

Lo que Indican los Labios
Manchas blancas: parásitos intestinales.
Manchas azuladas: mala circulación y estreñimiento.
Manchas oscuras: problemas de colon.
Labios con puntos de café: Indigestión crónica o lombrices intestinales.
Pálidos: anemia o problemas circulatorios.
Pálidos-rosados: problemas hormonales o mal funcionamiento del sistema linfático.
Oscuros: mala circulación sanguínea o desequilibrio ligado a algún órgano interno.
De color rojo subido: predisposición al riesgo de infección, a problemas respiratorios y a la hipertensión.
Labios temblorosos: miedo o ansiedad.
Labios con ampollas o herpes: depresión o celos.
Labio inferior hinchado: sobrecarga del hígado, tendencia a la obesidad y desorden mental. En algunos casos puede ser síntoma de estreñimiento, meteorismo o fermentaciones intestinales.
Arrugas verticales sobre el labio superior: tabaquismo o falta de actividad sexual. Las arrugas verticales sobre el labio superior también pueden ser señal de un problema del aparato respiratorio.
Arrugas verticales sobre el labio inferior: indican desequilibrios energéticos en los riñones o disfunciones del aparato sexual (frigidez, menopausia, problemas en los ovarios, dismenorrea, etc.)


Los Ojos hablan por ti
Bolsas debajo de los ojos: problemas renales /retención de agua). Si aparecen por la mañana al levantarse, es señal de que se han cometido excesos la noche anterior.
Párpados hinchados: mal funcionamiento del bazo o existencia de cálculos en la vesícula.
Párpados ásperos, rugosos: lento funcionamiento del aparato digestivo en general.
Párpados rojos: presión arterial alta y defectos en el sistema circulatorio y hormonal.
Párpados pálidos: problemas circulatorios o anemia.
Párpados amarillentos-rosáceos: indican un problema de hígado, riñones o corazón.
Anillo amarillo alrededor del iris: colesterol elevado.
Ojos grisáceos: si el blanco de los ojos tiene una tonalidad grisácea, es posible que exista algún problema en los riñones y que la persona se sienta falta de energía y vitalidad.
Ojos enrojecidos: los órganos internos están trabajando mal o el sistema nervioso está bajo estrés. Cuando el enrojecimiento afecta al ángulo externo del ojo, denota problemas circulatorios; si el enrojecimiento se localiza en el ángulo interno, puede indicar que el intestino delgado no funciona bien. Los ojos que se enrojecen con facilidad pueden evidenciar también trastornos de bilis.
Ojos prominentes: disfunción de la tiroides.
Esclerótica amarillenta: alteraciones hepáticas o de páncreas, problemas digestivos.
Patas de gallo: mala vista e hígado débil.


La Forma de las Uñas
Con estrías horizontales: mala nutrición o falta de minerales.
Con estrías longitudinales: mala absorción de los nutrientes.
Con formas cóncavas: debilidad cardíaca y respiratoria.
Con formas de pico de loro: tos crónica.
Con profundos surcos transversos: fiebre crónica o larga enfermedad.
Con protuberancias al final: infección crónica del pulmón.
Con puntos blancos: posible deficiencia de calcio, cinc o vitamina A.
Uñas débiles y frágiles: desequilibrio mineral y, más concretamente, carencia de calcio.

lunes, 25 de febrero de 2013

Medicina Tradicional China

El sistema de la medicina tradicional china, de miles de años de antigüedad, sigue existiendo por su belleza y simplicidad. Enlaza al hombre/mujer con la naturaleza, y la armoniosa comunicación entre ellos les proporciona salud mutua. El viejo concepto de que los cambios de estación afectan al crecimiento y el bienestar humanos fue desarrollado en la antigua China.

La fuerza de la vida, o “chi”, se halla presente en las dos fuerzas primordiales, “yin” y “yang”; éstas son las dualidades o polaridades que reflejan a los estados opuestos en continuo intercambio. El “yang” es la energía pura correspondiente al cielo; el “yin” es sustancia, y representa a la tierra. El “yang”, principio masculino, activo, de luz, es la fuerza que desea expandirse a todo; el “yin”, principio femenino, receptivo y de oscuridad, es la fuerza que quiere contraerse en la nada. La interacción de ambas fuerzas es lo que determina la naturaleza misma del universo; su relación se manifiesta como los cinco elementos esenciales que forman todas las cosas.

La “teoría de los cinco elementos” es una relación primordial en el sistema chino. Relaciona toda energía y sustancia con alguno de los cinco elementos: fuego, tierra, metal (aire), agua y madera. Cada uno está relacionado con una de las direcciones y con una de las estaciones, siendo el elemento tierra el centro direccional, relacionado con el final del verano o verano hindú.

El proceso de los cinco elementos pasa por el nacimiento, crecimiento, maduración, cosecha y almacenamiento. En la vida diaria vemos la idea, acción, manifestación, comunicación y reflejo volviendo a la recreación. Cada elemento tiene un color, dos órganos corporales, un tejido que gobierna y muchas otras asociaciones.

Entre los cinco elementos hay dos tipos principales de relación. El primero es la “creación”, o ciclo “Sheng”, llamado también la relación “madre-hijo”. Un elemento da luz al siguiente y lo nutre con una fluencia de energía. Por ejemplo, la madera da lugar al fuego, que crea la tierra; por tanto, se considera que el fuego es hijo de la madera y madre de la tierra. El ciclo completo es: madera crea fuego que crea tierra que crea meta que crea agua y crea madera.

Otra relación entre los elementos se llama “Ko”, o ciclo de “control” y representa el proceso mediante el cual los elementos se controlan y equilibran. Sin embargo, si uno se vuelve demasiado fuerte o demasiado débil, puede atacar a otro o ser dañado por otro. La madera daña a la tierra (penetración de la raíz), el fuego destruye el metal (fundiéndolo y haciéndolo líquido), la tierra controla el agua (presas), el metal ataca a la madera (hachas) y el agua hiere al fuego (apagándolo).

De acuerdo con la leyenda china, los cinco elementos llegaron desde las diferentes direcciones acompañados de los factores climáticos, y continuaron hasta crear el mundo y el cuerpo humano. El “Healing Ourselves”, Naboru Muramoto afirma: “El este creo el viento; el viento crea la madera. Las fuerzas de la primavera crean el viento en el cielo y la madera en la tierra. Crean el hígado y los músculos dentro del cuerpo, y los ojos, y el color verde, y el sabor agrío, la cólera como emoción y la capacidad del sonido que llamamos grito”.

La enfermedad se clasifica, o como “yang”: caliente, en exceso y cerca de la superficie, o como “yin”: frío, insuficiente y profunda. Las causas de la enfermedad son externas e internas, y se les llaman “diablos” o “daños”. Las causas externas incluyen principalmente los climas, que cuando son extremos penetran en un organismo débil e hieren un órgano específico. Los climas “perversos” que pueden causar enfermedad son el viento, el calor, la humedad, la sequedad y el frío. Entre los factores externos están también las bacterias y otros agentes infecciosos, los venenos y la polución, así como las heridas traumáticas. Las causas internas de la enfermedad son las emociones, como el exceso de alegría o tristeza, la cólera, depresión, obsesión, preocupación, pena y miedo. Otras causas internas son la tensión, el esfuerzo excesivo, el desajuste dietético, la actividad sexual excesiva, el exceso de mucosidad, la coagulación sanguínea y la herencia. Cada “daño” puede afectar a un órgano específico. El frío y la humedad pueden dañar los pulmones; el calor y la sequedad afectan al corazón; la cólera emocionalmente reprimida puede dañar el hígado, y el exceso de miedo a los riñones. Cada órgano tiene un clima y una emoción específicos que pueden debilitarlo y dejarlo más vulnerable. Un órgano dañado o un sistema débil son, claro está, más susceptibles a enfermar.

Aprendiendo a adaptarse a los cambios externos, mientras se reconoce y se aclara la experiencia interna, se aprende a mantener la salud. La naturaleza influye en el ser humano y el ser humano influye en la medicina. Como la naturaleza cambia, también habrá de hacerlo finalmente la práctica médica.
El sistema de acupuntura describe la circulación de la energía en el cuerpo a través de una serie de canales llamados “meridianos”, por los que fluye el “chi” o la fuerza vital. Como en el caso de la sangre, la linfa y los sistemas nerviosos, debe haber una fluencia abierta para el mantenimiento de la salud. Su entorno y todo lo que uno piensa afecta a la fluencia de esa energía. Cuando la fluencia de ”chi” queda perturbada por un periodo de tiempo pueden manifestar síntomas físicos. Cuando la fluencia se abre y los órganos son fuertes y funcionan hay equilibrio y todo va bien.

Cada veinticuatro horas el “chi” fluye por todo el cuerpo por los doce meridianos de un modo específico, de manera que en cada periodo de dos horas hay un órgano dominante. Esta fluencia puede describirse anatómicamente a lo largo de los meridianos. Como ejemplo, la cima de energía para los pulmones se produce entre las tres y las cinco de la madrugada. Si este órgano tiene una energía excesiva o está perturbado de alguna forma, puede hacerse evidente durante este tiempo. Doce horas después del momento cumbre es el momento de menor energía para ese órgano; es decir, en el caso de los pulmones, entre las tres y las cinco de la tarde. Si los síntomas se producen en un órgano débil o deficiente, pueden aparecer también en el periodo de energía mínima. Si se observa la anatomía de los meridianos, se puede seguir la fluencia continua desde un meridiano al siguiente a lo largo del día.

domingo, 24 de febrero de 2013

Armonia Mente-Cuerpo

Para conseguir la mayor conciencia, nuestros dos aspectos, derecho e izquierdo, mente y cuerpo, deben mantenerse en comunicación regular. Escuchando su interior, teniendo conciencia de sus procesos corporales, sus ciclos, su verdadera naturaleza, se mantendrá el crecimiento y la salud. Si uno se vuelve demasiado activo, demasiado absorbido por algo que uno mismo ha creado, demasiado resistente a dejarlo a su aire, entonces la naturaleza interior, que se interesa por el crecimiento del ser en cuanto que parte de la evolución de nuestra especie, tratará de comunicarse para hacerse consciente. Si la conciencia está demasiado ocupada, o la mente activa no es capaz de relajarse, la información nueva y vital no puede transmitirse y buscará caminos alternativos para esa comunicación. Esa expresión pasará de unos niveles sutiles a otros más groseros: por ejemplo, de los sueños, visiones y experiencias de la vida a los niveles mentales y emocionales, y luego a los físicos. El estado físico reconocerá finalmente las necesidades del cuerpo, por no funcionar adecuadamente, y atender a su reparación.

El conflicto que crea la enfermedad viene dado por el deseo de cambio de la naturaleza interna frente a la resistencia del cuerpo. Lo que se manifiesta en los niveles más groseros es una enfermedad o síntoma específicos que se hallan particularmente relacionados con el mensaje que trata de comunicar, y ese mensaje está contenido en la enfermedad: la comprensión y el mensaje se liberan cuando la enfermedad se despliega. Si se suprime esa información con tensiones, o se enmascaran los síntomas con medicamentos, esa energía irá profundizando en el cuerpo y será cada vez más difícil liberarla. Si uno se relaciona con el proceso de enfermedad con una actitud de batalla, los mensajes para el crecimiento potencial serán reprimidos, y al poco tiempo se tendrán en el cuerpo puntos de creciente tensión o dolor, al tiempo que se desarrollan enfermedades más graves o crónicas. La única posibilidad de un bienestar continuado estriba en permanecer abiertos e integrar esas experiencias conforme van sucediendo. A largo plazo, la aproximación “expresiva” en lugar de la “represiva” proporcionará una mejor salud. La enfermedad puede ser un vehículo de la mejora de la comunicación personal, capaz de facilitar la propia evolución.

La mecánica del cuerpo/cerebro no se diferencia mucho de una computadora, que tiene determinados datos, un lugar de recepción de la información nueva y un lugar activo donde se realiza el programa: no es posible programar nueva información hasta que la computadora está en modo de descanso. Lo mismo puede decirse del cerebro: mientras está pensando activamente no puede recibir nueva información interna o externa. Para recibirla tiene que detenerse un momento y escuchar.

Se debe ayudar a crear esa fluencia. Si uno se sale de su camino habitual y permite que se produzca, el cuerpo se equilibrará a sí mismo. Este secreto puede servir para mantener la salud y prevenir la enfermedad. De cuando en cuando hay que detenerse y reevaluar la situación, para luego seguir hacia delante. Relaja a diario el cuerpo y la mente. Escucha, contempla tu interior. No tengas miedo, pues todos los cambios son positivos; es solo tu actitud la que puede interponerse.

Este ser interior es el ser instintivo e intuitivo que ve y siente las cosas antes de que sucedan. Si se está sintonizado con el ser más profundo, se está con la naturaleza; ésta parece reflejar también la conciencia de los hombres y da mensajes de acuerdo a ello. “Los desastres de la naturaleza”, como las crisis personales, sirven de ayuda para la conciencia y la reevaluación. Parece ser que la crisis, lo mismo que la vanidad, son las dos preocupaciones principales que estimulan a la gente a realizar una acción positiva destinada a mejorar.

Cada uno de nosotros somos verdaderamente nuestro doctor principal, con la naturaleza como guía tenemos en nuestro interior el conocimiento curativo que necesitamos. Aprender a contactar con la capacidad curativa existente en nuestro interior y utilizar ese conocimiento en la vida diaria es el buen camino para una mejor salud y un mayor bienestar.

¡Gocemos de esta experiencia a la que llamamos vida!

domingo, 17 de febrero de 2013

La Muerte de los Inocentes

Nacimos de un golpe de sol,
el golpe de una guadaña contra el viento,
el golpe de un cuerno contra la piedra.
Arrojamos la placenta a los perros
y el alma dentro de una pileta de penumbras.
Como las mujeres pobres, bordamos
nuestros labios en la trama del silencio.
Impuros fuimos a la oración de la tarde
en el jardín de flores y las memorias de la infancia.
La arena es nuestro alimento y el forraje del caballo.
Trepamos la arena entre jadeos y destrozados, volvimos.
No había pruebas de nuestros nombres
salvo un alfabeto que no aparece en el diccionario,
no hubo rastros de nuestros antepasados
excepto el silencio de los perros en la puerta.
Nos rebajamos hasta el cordón de los zapatos
y nos atamos al pelo de nuestras pestañas
y a las colas de los cometas.
Nos arrastramos como perros ante la puerta
agachados sin alegría ante la flor
y la flor es el sacrificio sangriento del mediodía.
Esparcieron nuestra harina por todas partes
y la desesperación fue como hierro en los dedos.
Concédenos respiro para que podamos reconocer nuestra sombra
y nuestros cascos puedan crecer.
Una campana gigante pende sobre nuestra cabeza,
una campanada persistente nos hace perder la senda,
rezamos en silencio en el gran repique sobre los labios de los muertos.
Tómanos de la mano y por la cintura sostennos por el pecho:
el polvo y el fuego nos son familiares.
Nuestro dedo, húmedo para conocer de dónde viene el viento
está herido por preguntas sin fin.
Hicimos juegos tontos con nuestros nombres
y confundimos desnudez con los botones de la camisa.
Empujamos las plegarias como cerdos por delante de nosotros.
Atamos los burros a los tobillos de los chicos
y el otoño al verano para calmar los escalofríos.
Nos llaman de detrás de nuestras habitaciones
con una voz escandalosa que nos avergüence estar desnudos;
nos llaman con una voz que separa la madera del bambú
Lleven nuestra oración así podremos rezar más allá de los límites del deber y nuestras almas permanecerán firmes en nuestros cuerpos.
El almuerzo es amargo
la cena, seca como piedra,
y el silencio fluye como la menstruación entre nuestras piernas.
Oramos para aplastar los cálculos renales
y para romper el pan de nuestra cena.
No habrá inmunidad para el canto rodado
o la rosa todos yacen bajo el rango del trueno.
Nacimos en las dobleces del labio
y de la pestaña nacimos del golpe del cuerno contra la piedra.

domingo, 10 de febrero de 2013

Funciones del Bazo

El bazo es un órgano muy interesante. Entre sus funciones gobierna la transformación de los alimentos y el transporte de nutrientes, destruye las células sanguíneas rojas viejas, tiene una participación fundamental en el sistema inmune, forma parte del sistema linfático y es el centro de actividad del sistema de defensas. Además, el bazo es un lugar clave para el depósito de hierro y contiene en su interior una parte considerable de las plaquetas y macrófagos disponibles para pasar al torrente sanguíneo en el momento que sea necesario.
En el ser humano, el bazo es el mayor de los órganos linfáticos, situado detrás del estómago y debajo del diafragma, en la parte izquierda del diafragma, haciendo contacto con el estómago y el riñón izquierdo. El bazo, en la medicina oriental, tiene la capacidad única de absorber el flujo vital de energía de los alimentos, lo que ayuda a formar y a controlar la sangre, siendo el vínculo crucial en el proceso por el cual los alimentos son trasformados en energía vital y en Sangre. Es el órgano fundamental de la digestión. El Bazo extrae los nutrientes de comidas y bebidas y los transforma en flujo trascendental de energía y Sangre. Se conoce como el órgano de “la base de la existencia post-natal”.

Movimiento y Elemento del Bazo: es el encargado de dirigir el movimiento ascendente del cuerpo. También está relacionado con el movimiento y la transformación del Agua del cuerpo.

Función Descendente del Bazo: es indispensable para alimentar a los órganos y los tejidos. Regula el ascenso y descenso puro: separa los fluidos de los alimentos que comemos, los líquidos puros los envía a los pulmones, donde se dispersan para nutrir la piel. Los líquidos no puros van a los intestinos, donde se destinan ya sea a la vejiga para ser eliminados a través de la orina, o se reutilizan.

Bazo en Armonía
Si el bazo funciona adecuadamente, es decir, su función transformadora y transportadora esta en equilibrio, el flujo vital de energía y la Sangre pueden ser abundantes, y la fuerza digestiva será saludable.

Si el bazo no está en armonía, todo o algunas partes del cuerpo se verán afectadas produciendo insuficiencia de flujo vital de energía o de Sangre. En caso de que la digestión se vea afectada, entonces encontraremos síntomas como cómo distensión abdominal, dolor, diarrea o anorexia.

Síntomas que Evidencian un Mal Funcionamiento del Bazo:
El bazo se puede observar en la boca, lo cual es una de las formas externas más fáciles para determinar si el bazo funciona correctamente. Si el Bazo está en equilibrio, podremos distinguir muy bien los cinco sabores y los labios estarán rojos, tibios y húmedos. Si el Bazo está débil, la boca no será sensible a los sabores y los labios tendrán un color pálido, tenderán a ser fríos y secos.

Si el flujo vital de energía del bazo está débil, la sangre puede salirse de su camino y moverse desordenadamente, lo cual provoca síntomas como vómito de sangre, sangre bajo la piel, sangre en las heces, menorragia o derrame uterino.

El bazo regula los músculos y las extremidades, ya que transporta flujo vital de energía y sangre a músculos y extremidades. Músculos débiles o con bajo tono, así como extremidades frías (manos y pies) denotan un mal funcionamiento del bazo.
Da tono a los músculos y al organismo, lo cual permite sostener el conjunto de vísceras, y evitar su distensión su descenso.

El bazo está relacionado con la capacidad de memorizar, de concentrarse, etc. Se le conoce como la casa del pensamiento. Cuando está en desequilibrio, podría estar relacionado con ideas fijas, obsesiones, inflexibilidad y carácter autoritario, distensión y malestar abdominal, pérdida de apetito y Alzheimer.

La tristeza y la depresión son emociones asociadas al bazo, y están relacionadas a las decepciones, separaciones o pérdidas. Expresa su sonido como “llanto”.

Resumiendo, un bazo en mal funcionamiento produce: labios resecos y pálidos, alteraciones digestivas, astenia, anorexia, retención de líquidos, edemas, diarreas, hemorragias, menstruaciones abundantes, ganas exageradas de comer dulces, bajan las defensas y el cuerpo se enferma muy fácilmente.

Tristeza y Bazo
El bazo implica sostén, nutrición y primera crianza, por lo que está asociado con la tristeza y la depresión cuando fallan estos elementos en el individuo, no solo el sostén y nutrición de los alimentos, sino el alimento espiritual o afectivo. La tristeza se siente en el corazón y afecta toda el área del pecho, produce pesadez, falta de aliento, cansancio y depresión.

Salud del Bazo
Hay que encontrar el tiempo para conectarnos con nuestras propias tristezas, observarse sin juicio y evitar desahogar lo que sentimos. Hay que atender los sentimientos excesivos de preocupación, así como evitar el razonamiento o la creatividad muy activos u obsesivos.

Alimentos y Plantas Recomendadas para el Bazo son: dulces naturales como las frutas, cereales integrales, etc., la calabaza, la lechuga, el mijo, el arroz integral, la avena y el diente de león.

La falta de ejercicio, las comidas irregulares y el miedo empobrecen el flujo vital del bazo.

Un bazo debilitado nos predispone a pensar en demasía, a estar siempre preocupados, hablar solos. Y al revés una preocupación, estudiar en exceso debilitará la energía del bazo. Las actividades que pueden ayudar a las personas con estas dificultades son la actuación, el canto y la docencia.

Este sonido curativo equilibra la energía del bazo, estómago y páncreas.
– Sentarse en un lugar cómodo
– Mover la lengua, generando saliva y removerla
– Frotar el bazo (lado izquierdo) con las dos manos en forma circular siete veces, sonriendo. Sin tensiones, hacerlo de manera relajada.
-Inhalar suave y lentamente por la nariz con las dos manos (una sobre otra) sobre el bazo. Si puedes, visualiza el bazo de color anaranjado
– Luego exhalar emitiendo el sonido “JJJJUUUUU” (gutural, desde la garganta) sintiendo como expulsamos las emociones negativas de este órgano como las preocupaciones, pensamientos o ideas obsesivas que podamos tener.

viernes, 1 de febrero de 2013

Ya Puedo Volar

Lanzo un grito hacia el horizonte
en una voz audaz
como el espíritu del trueno
perspicaz,
me multiplico en el redoble
de un galope de bisonte,
agitándome en la caricia
de hierba verde,
y avistándome pincelarla
en su visible roce
cuando el aire se rebosa al peinarla.

Silbo al viento
que se integre al antepasado
que me habita dentro,
y que en sus alas ya puedo volar
donde el Águila trae su suave Paz.

No te pediré que me lleves
ahora aprendí de Ti,
a poder ir
hacia el Ser incandescente
hacia el núcleo de Mi partir

miércoles, 30 de enero de 2013

Gratitud

"No hay mejor regalo que éste TodoPoderoso lugar latente donde me ha correspondido venir.

El Gran Espíritu me ha llevado en su mano rebosada de colores y mágica Buenaventuranza.

Me veo en cada Ser de este Mundo y sé bien que hemos de compartir.

Mis pies ya caminan por el raso aterciopelado, manto y sedoso paraíso de piel Madre que brilla bajo el mismo Astro que aquí nos eleva.

Mis huesos ya se han formado con el Canto de las Rocas.

Agradezco las maravillas que habitan en ésta gran enjoyada escuela, la Tierra.

Mis Abuelos junto con mis Antepasados me cuidan, y sé que yo cuidaré de ellos y transmitiré su aliento de Águila a nuestros hijos y generaciones futuras, con la esperanza de mantenernos unidos y crecer en el camino blanco que entreteje la inmensa red que Une a las estrellas"…

lunes, 8 de octubre de 2012

Algunas Verdades sobre el Ser Humano

Cómo liberar tu mente

Cuando miramos un objeto solo podemos ver un lado a la vez; así es la naturaleza de la visión. Exactamente de la misma manera, cuando pensamos en algo, solo podemos pensar en ello dentro de un contexto a la vez; así es la naturaleza del pensamiento. L contexto determina lo que la mente piensa con la misma seguridad en que el ángulo de visión determina lo que ven los ojos.
“Contenido” significa “la cosa en sí” y “contexto” significa la manera en cómo se interactúa con ella.

Entender cómo el cambio de contexto cambia la experiencia humana es fundamental para entender la vida humana de manera práctica.

La mente es reductiva

La mente es incapaz de saber qué es algo, y también es incapaz de entender completamente que no lo puede saber. Todo lo que puede hacer la mente es crear modelos, y luego insistir en que la realidad encaje en estos modelos, lo que en la realidad raras veces ocurre.

Describir cualquier cosa completamente requeriría una cantidad infinita de declaraciones. Puesto que es muy inconveniente para la mente crear un número infinito de declaraciones, tiene que decidir qué aspecto de una cosa es importante, y luego usar ese aspecto como símbolo de la totalidad. La elección del aspecto a usar de esta manera determina en gran medida con qué eficiencia la mente creará felicidad y poder para el individuo.

Cuando una persona está experimentando dificultades para conseguir algo es porque esa persona está manteniendo la situación en un contexto inapropiado. La limitación es realmente una función del contexto y el cambio apropiado de contexto hace que lo que parecía ser una limitación tome otro aspecto.

No existe ningún contexto universalmente apropiado

No existe contexto alguno en el que una persona quisiera sabiamente mantenerse todo el tiempo; la capacidad de cambiar de contextos libremente es altamente deseable. “El pensamiento positivo” no es siempre deseable y si uno se atiene a él con demasiada rigidez, puede ser limitador e incluso peligroso. Lo deseable es el “pensamiento apropiado”.

El pensamiento positivo es maravilloso y desde luego tiene su lugar apropiado, pero no es sustituto para el sentido común y la acción diligente. Cada modelo tiene su limitación y cualquier modelo al cual uno se aferra rígidamente se convertirá en una trampa.

La mente es una biblioteca de contextos

Para interactuar con el mundo que nos rodea tenemos que clasificar los datos que recibimos con nuestros sentidos y luego ordenar todo según el tipo y su función. Desempeñamos esta tarea compleja con sorprendente velocidad y además lo damos por sentado. Para hacer esto posible llevamos con nosotros una biblioteca de contextos “computarizada” de alta velocidad conocida como “la mente”. La interacción entre la mente y la experiencia determina en qué contexto se mantendrá una experiencia, y esa interacción se conoce como “pensamiento”.

El origen de toda negatividad

Podemos definir la negatividad como el “uso habitual de contextos inapropiados para optimizar la propia felicidad y el propio poder”.

En cualquier momento dado, una persona puede estar experimentando exactamente lo que está experimentando. La persona puede estar agradecida por esa experiencia o puede estar comparándola con un estándar imaginario, como “lo que quisiera que estuviera aquí”, “lo que debiera estar aquí” o “lo que solía estar aquí”, etc., y decidir que lo que realmente está experimentando no llega a lo que se puede imaginar. La primera opción se llama “celebrarlo”, la segunda se llama “mal-hacer”.

La gente tiene tremendas ganas de sentirse bien y al mismo tiempo un fuerte impulso por tener razón. Entonces insisten en que lo que están “mal-haciendo” realmente es malo en sí, y luego retiran su conciencia del hecho en un esfuerzo por sentirse bien. Esta retirada de conciencia es conocida como “represión”.

Después de “mal-hacer” y de reprimir, lo que se “mal-hizo” se convierte en algo de lo cual la persona se esconde, o se aleja. La sensación desagradable se almacena en el cuerpo como una tensión crónica o algún otro problema físico. Lo que pasa en la mente es algo como esto:
Un mecanismo nuevo se crea en la mente (inconscientemente) y este mecanismo evalúa constantemente la experiencia de la persona en cada momento y la compara con su estándar imaginario. Así, una vez que se haya “mal-hecho” algo y se haya reprimido, se seguirá “mal-haciéndolo”, de la misma manera en cada momento.

El origen de comportamientos y experiencias no deseados

Cuando se hace algo mal (“mal-hacer”), se crea un deseo para que sea mejor, y la mente empieza a hacer planes para mejorarlo. En el momento de la represión, el mejor plan que puede inventar la mente hasta ese momento se convierte en una parte importante del mecanismo nuevo. Subsiguientemente, si la experiencia actual en algún momento es evaluada por la mente como siendo demasiada baja, entonces ese plan, que ahora es conocido como “adaptación compulsiva”, es puesto en acción inmediatamente por la mente inconsciente.

Como experiencia estas adaptaciones compulsivas se conocen como “impulsos”. La mayoría de la gente tiene uno o más impulsos que dan la impresión de no terminar nunca. Es fácil entender que los impulsos muchas veces son para cosas que no ayudan ni en la felicidad, ni en la buena salud, ni en la prosperidad de una persona. Esto no es sorprendente si consideramos que los impulsos surgen de mecanismos de dualidad de “mal-hacer”.

La mayoría de la gente tienen un impulso u otro operando en todo momento. Mucha gente piensa que el propósito de sus vidas es satisfacer sus impulsos: nada más hayan terminado de satisfacer un impulso, llegará otro en su lugar y seguirán su rumbo satisfaciéndolo.

La naturaleza de la represión

Cada pensamiento tiene un sentimiento correspondiente. Si puedes sentir tus pensamientos de manera bastante consecuente, estás en buen camino para eliminar tus patrones de represión.
El pensamiento y el sentimiento son realmente la misma cosa. Solo que se perciben de dos maneras diferentes a la vez.

Cualquier cosa con lo cual se pueda tener alguna interacción tendrá por lo menos un pensamiento en la mente que le corresponda. La interacción más básica que se puede tener con algo es identificar “lo que es”.

Cuando se experimenta algún tipo de emoción o sentimiento, se puede “sintonizar” cómo se siente y dónde se siente exactamente en el cuerpo. A esto se le llama “patrón de energía”.

Un buen modelo para describir la represión trata sobre la relación entre le cuerpo físico y el cuerpo energético. El cuerpo energético es el cuerpo que tenemos al soñar. Al soñar no se experimenta el cuerpo físico porque el cuerpo energético no está dentro del cuerpo físico. Cuando estamos despiertos el cuerpo físico se experimenta hasta el punto en que el cuerpo energético está en contacto con él. En estos términos, la represión es la retirada a largo plazo del cuerpo energético de áreas del cuerpo físico donde está pasando algo que la persona ha elegido no experimentar.

Dentro de este modelo, el cuerpo energético es el que da vida y organización a un montón de moléculas y las mantiene trabajando juntas en la forma ordenada que llamamos cuerpo físico. La retirada del cuerpo energético del cuerpo físico, a causa de la represión, da como resultado un bloqueo de la energía vital organizadora en esa parte del cuerpo físico. Las moléculas se vuelven menos organizadas, una condición conocida como envejecimiento o enfermedad.

La represión de una emoción lleva inevitablemente a tener más de la misma emoción. Las emociones tienen ciclos naturales que llevan a su resolución. La represión no deja que esos ciclos se completen y dan como resultado una acumulación de esa emoción en la mente y en el cuerpo. Esta acumulación buscará una salida, una situación de sobrerreacción para aliviar la presión que crea.

Represión significa desviar parte de la energía con el propósito de retener otras partes de energía para así no sentirla. Esto consume muchísima energía. Cualquier cosa que contribuya al deterioro de la mente o del cuerpo es represora.

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Significado Emocional de las Dolencias y Enfermedades de la Espalda

La espalda representa el sostén y el soporte de la vida.
Es el lugar que me protege si me siento impotente frente a una persona o una situación (doy la espalda) en caso de necesidad.
Si mi peso es excesivo, si carezco de “respaldo” o si no me siento bastante “respaldado” (afectivamente, monetariamente, etc.), mi espalda reaccionará en consecuencia y ciertos dolores (agujetas) pueden manifestarse.
Puedo tener la espalda ancha y ser capaz de recibir o bien inclinarme humildemente, inclinarme por respeto o aceptación.

Poco importa el motivo, un dolor de espalda indica que quiero quizás salvarme de algo colocándolo detrás mío, porque es con mi espalda que olvido las experiencias que me causaron confusión o pena.
Pongo todo lo que no deseo ver o dejar ver a los demás, jugando así a la avestruz.

Estoy profundamente herido, incapaz actualmente de expresar estas emociones bloqueadas.
¡Rechazo ver lo que me conviene!.
¡Acepto liberar ahora las energías retenidas en los lugares que me duelen!Una espalda flexible pero fuerte indica cierta flexibilidad mental y una gran apertura mental contrariamente a las rigideces dorsales que significan orgullo, poder y negación a ceder.

Sentado bien cómodamente, puedo tener la sensación de estar protegido, en total seguridad.

Sin embargo, aun cuando mi espalda sirva para soportar estas cosas indeseables y jugar a la “avestruz”, acepto ver lo que me molesta y expresarlo. Actuando de este modo, me libero del peso que llevaba.

La postura adoptada da indicaciones sobre lo que vivo y sobre mi modo de transigir con las situaciones de mi vida: si estoy en reacción frente a la autoridad, si quiero tener razón frente a alguien o frente a algo, voy a “tensar la espalda” por orgullo.
Si, al contrario, vivo sumisión, si tengo miedo, si me siento débil, voy a “curvar la espalda” y cuantas más grandes sean mis preocupaciones, más “me dolerá la espalda”.
Ciertas personas integran más las dificultades de la vida en la escritura, el diálogo o el intercambio.
Elijo el medio que mejor me conviene y dejo que la vida fluya en mí para aprender a expresarme más y afirmarme cuando lo necesito.
Acepto que la vida me sostenga en cada instante y “levanto los hombros”, sabiendo que tengo la fuerza necesaria para realizar todos mis proyectos.


ESPALDA (dolores de…) PARTE SUPERIOR DE LA ESPALDA (7 vértebras cervicales)

La parte superior de la espalda corresponde a la región del corazón y al centro energético cardíaco. Los dolores de espalda se refieren a los primeras fases de la concepción, a las necesidades de base y a la estructura más fundamental del ser. Las 7 vértebras cervicales están particularmente referidas en este sector. Las vértebras cervicales se refieren a la comunicación y a mi grado de apertura frente a la vida. Mi ingenuidad puede hacerme vulnerable a este nivel.
Si tengo la sensación que se me quiere juzgar, criticarme o herirme, podré estar afectado en este plano y tendré tendencia a encerrarme como una ostra. Las cervicales C1, C2, y C3 están particularmente afectadas si me desvalorizo al nivel de mis capacidades intelectuales y las cervicales inferiores reaccionarán a la injusticia que puedo tener la sensación de vivir en mi vida o a la que veo alrededor mío y que me repugna. Además, cada vértebra me da las informaciones adicionales sobre la fuente de mi malestar.

C1 = primera vértebra cervical que se llama el ATLAS y que lleva el número C1, sirve de soporte a la cabeza.
Es un pilar que mantiene la cabeza en equilibrio.
Si me preocupo demasiado (= "me rompo la cabeza”) frente a una situación o a una persona, mi cabeza se hace más pesada hasta darme dolores de cabeza y C1 podrá tener dificultad en soportar la carga.
Si manifiesto estrechez mental, si rehuso mirar todas las facetas de una situación, si soy rígido en mi modo de pensar, C1 reaccionará dejando sus actividades, dejando de poder pivotar.
Estará paralizada por mi miedo, mi desesperación frente a la vida, mi negatividad, mi dificultad en expresar mis emociones. Un mal estado de C1 se acompaña generalmente de dolores que afectan la cabeza, el cerebro y el sistema nervioso, etc.
Debo aprender a escuchar mi interior, a guardar mi mente abierta, a traer más calma en mi vida para disminuir mi actividad cerebral, permitiéndome así ver la realidad bajo un día nuevo, con más confianza.

C2 = La segunda vértebra cervical trabaja en estrecha colaboración con C1. Se la llama AXIS. Es el pivote que permite a C1 moverse. C2 está conectada con los principales órganos de los sentidos, es decir los ojos, la nariz, las orejas, la boca (lengua).
Por esto estarán afectados éstos cuando C2 tenga un malestar.
Si soy rígido en mi modo de percibir la vida, si rehuso soltar mis viejas ideas para dejar sitio a lo nuevo, si me preocupo siempre por el día siguiente, C2 corre el gran riesgo de volverse también rígida.
Frecuentemente, las lágrimas son secas porque se reprimen las emociones y las penas, las decepciones, los pesares quedan hundidos dentro de uno.
El “lubricante” (las lágrimas de pena o de alegría) siendo carente, C1 no se articulará sobre C2 tan fácilmente.
Habrá irritación, calentamiento, igual como en mi vida cotidiana.
Esto se produce particularmente en el caso de la depresión, de una emotividad excesiva (si por ejemplo, hay un conflicto familiar), de ira, de revuelta y todo esto siendo generalmente causado por el miedo de ir hacía delante, de cambiar, de tomar sus responsabilidades; del enjuiciamiento de los demás y de sí mismo, por la no estima de sí que puede llevar a un deseo de auto destrucción (suicidio).
Debo aprender a tomar contacto con mis emociones y a asumirlas, a tomar mi lugar expresando lo que vivo para que el flujo de energía empiece a circular en mi cuerpo y que C2 pueda volver a funcionar en armonía con C1 y que todo “bañe en aceite”!

C3 = la Tercera vértebra cervical C3 es una eterna solitaria.
A causa de su posición, no puedo contar con nadie o trabajar en cooperación con otras vértebras.
Si mi C3 no se encuentra bien, yo también puedo tener la sensación de que debo despabilarme solo.
También puedo replegarme sobre mí mismo, vivir “en mi burbuja” y evitar toda forma de comunicación (tanto oral como sexual) con mi entorno.
“¿Para qué perder mi tiempo? De todos modos, nunca se me hace caso y nunca se entienden mis ideas o mis estados de ánimo!”
Entonces se produce la rebelión, el desanimo, porque mi sensibilidad está afectada en lo más hondo de mí.
Incluso puede apoderarse de mí la angustia.
El desgaste del tiempo hace su labor y mis sueños y mis deseos más queridos se desvanecen poco a poco.
Me vuelvo irritable, amargo con una persona o una situación que no consigo digerir.
La soledad puede tanto ser benéfica para recuperarme, hacer balance, ver claro en mi vida, como puede ser un medio de huir mis emociones, la realidad hacía la cual vivo mucha incomprensión.
La elección me incumbe! Tomo nota de que una dolencia en C3 puede conllevar daños en mi rostro (piel, huesos o nervios) así como en las orejas y los dientes.

C4, C5, C6 = las vértebras cuarta, quinta y sexta cervicales C4, C5, C6 se ubican al nivel de la tiroides y están en estrecha relación con ésta.
Ésta juega un papel mayor en el lenguaje, la voz, (cuerdas vocales) y cualquier desarmonía en lo que a comunicación se refiere tanto cuando me expreso yo como cuando otras personas me comunican hará que reaccionen C4, C5 y C6. Puede que me haya ofuscado con lo que haya oído, causando indignación e ira. C4, C5 y C6 reaccionan aún más fuerte si además no expreso mis opiniones, mis frustraciones.
Mi porcentaje de agresividad corre el riesgo de incrementarse, lo cual cierra los canales de comunicación al nivel de estas 3 vértebras cervicales.
Trago mal lo que a mí se me presenta.
Tengo tendencia a rumiar ciertos acontecimientos para un largo período de tiempo.
Frecuentemente aparecen dolencias y dolores que afectan todo mi sistema de comunicación verbal: boca, lengua, cuerdas vocales, faringe, etc. y todas las partes de mi cuerpo que se sitúan entre el nivel de mi boca y de mis hombros pueden estar afectadas.
Tengo ventaja en aceptar que cada experiencia es una oportunidad de crecer y que hay una lección por sacar de todo. Debo dejar fluir en vez de obstinarme y de estar enfadado con la vida.
Sino, mi cabeza se pone a “hervir” y me siento sobrecargado por todas las tareas que realizar y que me parece no poder llegar a realizar.
Necesito expresarme, o bien por la palabra, la escritura, la música, la pintura, o cualquier otra forma de expresión que me permitirá “volverme a conectar” con mi creatividad, mi belleza interior.
Todos mis sentidos entonces estarán estimulados, activados, lo cual activará mi tiroides y permitirá que C4, C5 y C6 funcionen normalmente.
Los dolores sentidos en esta región podrán así desaparecer.

C7, la última vértebra cervical C7 está influenciada altamente por todo mi lado moral, mis creencias y mi lado espiritual también. Si vivo en armonía con las leyes de la naturaleza, si escucho los mensajes que mi cuerpo me manda y la vida en general, C7 va a funcionar mejor.
Al contrario, si vivo ira, si estoy cerrado a las opiniones y a los modos de ver de las personas con quienes me relaciono, si me elevo y me enfrento con otras ideologías diferentes de la mía sin una mente abierta, C7 reaccionará fuertemente y podrá afectar mis manos, codos y brazos que podrán inflamarse o tener dificultades en moverse.
El funcionamiento de mi tiroides estará afectado.
Del mismo modo, remordimientos de consciencia con relación a una palabra dicha, un acto hecho o un pensamiento mandado hacía una persona también van a afectar C7. Si vivo emociones intensas en mi vida, si estoy decepcionado, si tengo miedo de estar rechazado, si me escondo debajo de mi concha para evitar estar herido “otra vez”, C7 podrá estar afectada.
Debo aprender a discernir lo que es bueno para mí y lo que no lo es.
Debo respetar los puntos de vista de cada persona incluso si son diferentes de los míos.
Abriendo mis brazos a los demás es como voy a aprender mejor y podré realizar mejor las elecciones que me permitirán sentirme más libre.


ESPALDA (dolores de …) – PARTE CENTRAL DE LA ESPALDA (12 vértebras dorsales)

La parte central de la espalda representa la gran región torácica del cuerpo comprendida entre el corazón y las vértebras lumbares.
Es una región de culpabilidad emocional y afectiva. Las 12 vértebras dorsales se relacionan principalmente con esta región:

D1 = la primera vértebra dorsal D1 puede reaccionar fuertemente cuando voy hasta mis límites bien sea en mi trabajo, bien sea en el deporte, en suma, en todas las situaciones en que voy hasta el final de mis fuerzas mentales, físicas o emocionales.
No aprecia tampoco un “dopaje” que sea bajo forma de alcohol o de droga, la que sea. Su sensibilidad en ese momento estará a flor de piel.
Me construyo entonces medios de auto protección para protegerme de mi entorno y evitar estar herido.
Esto puede manifestarse sobre todo en mis gestos o en mis palabras: por ejemplo, tiendo a apartar a los demás por mi frialdad o por palabras hirientes.
Esto puede incluso manifestarse por una toma de peso importante, éste siendo mi protección natural y física, porque quiero inconscientemente “ocupar más sitio” y dejar menos a los demás.
También esto puede esconder timidez actual y con la cual tengo dificultad para transigir.
Se pondrá aún más en evidencia si temo perder el amor de la gente.
Debo vigilar y evitar acurrucarme sobre mí mismo rumiando negatividad constantemente, siendo siempre fijado en las mismas ideas y frustraciones.
Un mal estado de D1 puede traer dolencias en cualquier parte de mi cuerpo situada entre mis codos y la punta de mis dedos así como dificultades respiratorias (tos, asma, etc.)

D2 = la segunda vértebra dorsal D2 reaccionará fácilmente cuando mi emotividad esté afectada.
Si acumulo y ahogo mis emociones, entonces D2 me mandará un mensaje y aparecerá el “dolor de espalda”.
Si tengo la sensación de que no tengo mi lugar en la vida y en la sociedad, que la vida es “injusta” y que me siento víctima de los acontecimientos, D2 estará afectada.
Puedo ser particularmente sensible a todo lo que toca a mi familia, y vivo situaciones de conflicto o desarmonía de un modo intenso.
Puedo haber almacenado viejos rencores.
También puedo remover constantemente experiencias pasadas, recuerdos, queriendo fijar mi realidad en acontecimientos pasados en vez de mirar el porvenir con confianza y viviendo intensamente el momento presente. Puedo contemplar una nueva situación que me trae un miedo a lo desconocido.
¿Voy a tener demasiadas responsabilidades? ¿Voy a estar sostenido o deberé despabilarme solo? ¿Cómo van a reaccionar la gente alrededor mío?
Si dudo de mí, de mis capacidades, podré reaccionar jugando el papel de los “duros de roer” volviéndome muy autoritario; tendré así la sensación de controlar la situación, sabiendo muy bien que tiemblo de miedo, yendo incluso hasta tener angustia.
También puedo volverme irritable frente a una persona o un suceso y reacciono por saltos de humor.
Una D2 en mal estado suele estar acompañada de malestar y dolores en el corazón y los órganos que se vinculan a ellos, así como a los pulmones.
Aprendo a pedir y a hacer confianza en mi capacidad de aceptar nuevos retos.
Suelto mi pasado y me giro hacía el futuro sabiendo que ahora soy capaz de tomar mi lugar en armonía con mi entorno. Puedo también leer la sección referente al corazón para tener otras pistas.

D3 = la tercera vértebra dorsal D3 está esencialmente relacionada con los pulmones y el pecho.
Puedo ir a consultar lo referente a estos dos temas para ver cuáles son las causas que pueden afectarles y tendré una pista para saber porqué D3 me manda también mensajes.
Además, todo lo que puedo percibir por mis sentidos y que no me conviene del todo hará reaccionar D3.
Ya que soy muy sensible a mi entorno, me he confeccionado un sistema con el cual sé lo que está bien y lo que está mal, lo que es aceptable o no.
Puedo estar fijado y rígido en mi modo de pensar o ver las cosas.
Tengo tendencia a juzgar cualquier persona o situación que no entre en mi definición de “correcto”.
Puedo reaccionar fuertemente frente a lo que considero ser una “injusticia”. Incluso puedo volverme colérico, incluso violento mientras no esté de acuerdo con lo que veo, percibo u oigo.
También puedo construirme un “escenario” en mi cabeza, disfrazando la realidad, frecuentemente a causa de mi miedo a ver la realidad de frente y también porque la realidad que me rodea me deprime.
Entonces, tengo menos gusto de vivir, ya no tengo el sentimiento de estar en seguridad. Puede invadirme la tristeza.
Ya no tengo el gusto de luchar.
La depresión se va apoderando de mí progresivamente, y querré cortarme de este mundo que sólo me trae pena, frustración, ansiedad.
Debo aprender a ver la vida bajo un nuevo día.
Aceptar que no pueda vivir en un mundo perfecto pero que cualquier situación es perfecta porque cada situación me permite sacar una lección.

D4 = la cuarta vértebra dorsal D4 se refiere a los placeres, a los deseos, a las tentaciones frecuentemente insatisfechos.
A veces mis esperas son desmesuradas, carecen incluso de realismo y me vuelvo irritable, colérico porque “mis deseos” no están realizados.
Estoy enfadado con la vida, mi entorno.
En el fondo de mí, siento un vacío tan grande, generalmente afectivo, que tengo tendencias depresivas y el único modo que conozca de equilibrar este estado de ser y traer algo “picante” en mi vida será crear un estado de excitación, bien sea naturalmente o artificialmente.
Puedo practicar deportes de emociones fuertes (paracaidismo, alpinismo, etc.) o puedo tomar drogas para ponerme en un estado de éxtasis y de bienestar temporal.
Me refugio así en un mundo imaginario, protegido de todos.
Sin embargo, no estoy al albergue de las emociones que he inhibido y de las cuales he intentado escapar.
En apariencia puedo ser muy libre, pero en realidad, estoy encarcelado en mi ira, mis penas, mis frustraciones, y por mi miedo a estar asfixiado por el amor de los demás, porque nunca supe reconocerlo y aceptarlo.
Entonces, tengo tendencia a rechazar a los demás.
Me opongo, me mantengo distante y alimento esta cuneta con mi mal humor, mi actitud depresiva.
Es importante que reconozca y que acepte mis emociones para poder integrarlas y permitirme vivir plenamente mi vida. Cuando D4 está afectada, también puede seguir una dificultad con la vesícula biliar.

D5 = la quinta vértebra dorsal D5 está tocada cuando me vuelvo a encontrar en una situación en que tengo la sensación de perder el control.
Me siento entonces desestabilizado.
Incluso puedo hallarme en un estado de pánico.
Esto se produce en particular en el plano afectivo con relación a mi cónyuge, un miembro de mi familia, un amigo cercano, etc.
Este control se esconde a veces bajo una apariencia de “querer ayudar a alguien”, “guiarlo”, “ayudarle en sus dificultades”, pero en el fondo de mí, ejerzo un control para con esta persona, estando en posición de “fuerza” incluso inconscientemente.
Si las cosas no suceden como lo deseo, puedo volverme frustrado, crítico, impaciente e incluso colérico, y D5 reaccionará violentamente.
Quiero darme una imagen de “duro de roer” que tiene la “espalda ancha” y que “es capaz de cargar”.
Pero, en el fondo, sé que me cargo demasiado los hombros, lo cual me lleva a estar inseguro, angustiado, en rebelión contra mi entorno que hago responsable de mi malestar.
Tengo grandes ambiciones, lo cual me hace a veces apartarme de mis valores profundos y actuar en contradicción con éstas.
Entonces, me echo en relaciones artificiales con la gente, viviendo decepción tras decepción, porque el amor verdadero, sencillo, no es bastante presente.
Es importante que esté a la escucha de mi interior, que tome contacto con mi esencia, con mis verdaderos valores para que vuelva la calma en mi vida y que vea claro en los acontecimientos, desarrollándome y siendo capaz de vivir el amor verdadero.
Se debe observar que el mal estado de D5 frecuentemente está acompañado de diversos malestares afectando mi hígado y mi circulación sanguínea.

D6 = la sexta vértebra dorsal D6, va a reaccionar cuando me critico y que me juzgo severamente.
Puedo haber estado educado en un entorno muy estricto en el cual los valores y las líneas de conducta debían seguirse al pie de la letra.
Habiendo crecido en este clima autoritario y no permisivo, ahora puedo tener “casos de consciencia” en los cuales quisiera darme gusto, coger tiempo para mí pero juzgo que esto no es “correcto” y “ que no me lo merezco”.
Me creo preocupaciones inútilmente porque no dejo de analizar cada uno de mis gestos, cada una de mis palabras, cada uno de mis pensamientos, para estar seguro de que “estoy correcto”.
Me corroe la culpabilidad por dentro.
La angustia está muy presente y me auto castigo cortándome del mundo.
Tengo dificultad en aceptarme.
Me siento víctima de la vida, impotente frente a los acontecimientos.
Juzgo severamente éstos sin querer aceptar que están aquí para hacerme crecer, pero viéndoles preferentemente como castigos, injusticias.
Vivo entonces en la frustración y la incomprensión, el resentimiento, envidioso y celoso de los demás.
Por esto una D6 en mal estado se suele acompañar de malestar al nivel del estómago. Tengo necesidad de estar más flexible y permisivo para conmigo y aprendo a ver positivo en cada acontecimiento, sabiendo que cada experiencia me lleva a conocerme más y a volverme mejor.

D7 = la séptima vértebra dorsal D7 es una trabajadora de trabajos forzados.
Si en mi vida, me empujo al límite en las cosas que debo hacer, sin escuchar mi cuerpo cuando necesita descansar o relajarse, D7 va a echar un grito de socorro.
Es posible que así quiera olvidar o huir de alguien o de una situación cualquiera.
Puede que quiera olvidar mis problemas financieros, afectivos, etc.
Parándome, es muy posible que afloren el desánimo y la insatisfacción frente a mi vida, cosa que no quiero.
Acumulo mucha ira y agresividad: todo ruge dentro mío porque “la vida no tiene nada bueno para ofrecerme”.
Me obstino, incluso me bloqueo sobre ciertas ideas que me obsesionan. Debo aprender a apreciar lo que tengo y lo que soy y ver toda la abundancia que es presente en mi vida.
Tengo el derecho de tomar tiempo para mí, tengo el derecho de vivir emociones en vez de dejarlas hervir adentro mío. Me concedo el derecho de vivir mi pena, mi decepción, mis miedos porque es así como podré aceptarlos y cambiarlos en positivo.
Puedo hacer mi limpieza interior a medida y dejar que D7 funcione normalmente.
Es así como los males que acompañan frecuentemente una D7 en mal estado y que tocan frecuentemente el páncreas y el duodeno podrán también irse.

D8 y D9 = las octava y novena vértebra dorsal D8 & D9 que hallo a la altura del diafragma y que están estrechamente vinculadas, se parecen en todo. Por esto, se tratan juntas.
Se afectan principalmente cuando vivo inseguridad debido a un miedo que tengo de perder el control en una situación o con una persona.
Me siento más seguro de mí cuando dirijo perfectamente todos los aspectos de mi vida, cuando orquesto perfectamente cualquier situación para saber exactamente qué debo esperar.
Me escondo en mi burbuja de cristal, sin hacerme preguntas ni hacer esfuerzos para cambiar lo que sea en mi vida.
Vivo todas mis emociones “para dentro”.
Pero este “supuesto equilibrio” está trastornado, D8 y D9 asustadas reaccionan fuertemente, acurrucándose de miedo. La desesperación puede tener lugar y tengo el mal de vivir.
Tengo dificultad en ver la luz al final del túnel.
Puedo sentir desprecio por la vida y me dirijo hacía un abismo que sólo puedo vencer haciendo confianza en la vida y dejando ir el control que ejerzo.
Porque es soltando cuando gano el dominio de mi vida.
Tomo nota que una D8 lastimada puede acompañarse de dolores del diafragma y el bazo (incluyendo los trastornos de la sangre) mientras que D9 en mal estado estará acompañada de alergia o de un mal funcionamiento de las glándulas suprarrenales o de urticaria.

D10 = Cuando la décima vértebra dorsal D10 está afectada, esto suele reflejar una profunda inseguridad frente a la cual me siento sin armas, sin recursos. Mi confianza está en su nivel más bajo y necesito “un pequeño tónico” para ayudarme a darme más valor y a olvidar mis preocupaciones.
Frecuentemente, esto puede ser un consumo más grande de alcohol o de droga que de costumbre que me dará “un pequeño estímulo”. Sin embargo, cuando vuelvo a mi estado normal, las inseguridades aún están presentes y mi vida se oscurece porque sólo veo el lado negativo de las cosas.
Lo veo todo en negro, rechazando la vida, compadeciéndome de mi mismo.
Estoy preocupado por pequeñeces y me enfado sin ser capaz de manifestarlo sin embargo, lo cual afecta mi sensibilidad que vuelve a flor de piel y que hace que me irrito por futilidades. Una D10 en mal estado se acompaña frecuentemente de dolores en los riñones, reconocidos como la sede del miedo.
Aprendo a tener confianza y aprendo a ver la belleza alrededor mío y la que existe dentro mío.
Tengo el valor de pedir ayuda.

D11 = las anomalías en la onceava vértebra dorsal D11 se hallan también cuando mi sistema nervioso tiene dificultad en funcionar.
Mi gran sensibilidad a todos los niveles hace que D11 se deforme porque también deformo la realidad para sufrir menos.
La cambio a voluntad para que sea como quiero. Me “corto” voluntariamente de mi entorno.
Pero esto sólo puede durar cierto tiempo y debo pronto o tarde enfrentar la realidad. En ese momento, una tensión interior se habrá instalado, y tendré dificultad en transigir con ella.
Esto puede volverse tan insoportable que incluso puedo tener ideas de suicidio ya que vivo en la incomprensión y tengo miedo del porvenir porque me siento impotente en cambiar las cosas en mi vida. Me considero “víctima”, herido en mis sentimientos.
Rumio lo negativo y hago pocos esfuerzos para sacarme de esta situación.
Debo aprender a moverme e ir hacía delante en vez de estancarme en un estado de ser comatoso y complacerme en la pasividad.
Las dolencias en la D11 se acompañan frecuentemente de dolores en los riñones así como de enfermedades de piel (eczema, acné, etc.).
Empiezo a creer también que es posible cambiar cosas en mi vida pero que debo estar listo para invertir esfuerzos y pedir ayuda.

D12 = la doceava vértebra dorsal D12 está afectada sobre todo cuando vivo en un lugar cerrado.
Tengo tendencia a criticar, juzgar, saltar fácilmente a conclusiones, no porque haya comprobado sino solamente porque mis observaciones pueden darme falsas impresiones y que las interpreto a mi modo.
Esto me lleva a vivir mucha ira que me “corroe interiormente”. Mi mental es muy activo. Mi sensibilidad está “a flor de piel”. Me construyo castillos de arena. Me invento todo tipo de escenarios.
Ya que tengo dificultad en transigir con mi entorno, vivo mucha inseguridad. Puedo entretener ideas mórbidas, ya incapaz de absorber lo que sea de lo que veo, siento o percibo y envidiando lo que tienen los demás.
Una afección en el nivel de la D12 se acompaña frecuentemente de males intestinales, dolores en las articulaciones, una circulación linfática deficiente y así a veces afecciones en las trompas de Falopio.
Aprendo a comunicar, a ir a comprobar con las personas relacionadas para eliminar la duda y la inseguridad que me habitan. Así veo más claro en mi vida y se establecen en mí la calma.

Los dolores en medio de la espalda son la señal clara de una relación difícil con la vida y las situaciones de mi existencia.
Esta región de la espalda corresponde también al movimiento de exteriorización de la energía de vivir que fluye por mí. Esto significa que en período de madurez interior (cuando adquiero experiencia), varias cualidades divinas tales como la confianza, el amor, el desapego (es decir el libre albedrío) sobre todo en el plano afectivo) están puestas a prueba.
Mis dolores de espalda e incluso la espalda curvada pueden significar diversas cosas: culpabilidad en unas situaciones en que no me he de sentir culpable, amargura o una débil confianza en mí, vinculada a una vida que siento muy pesada por llevar.
Puedo tener la sensación de que “están siempre pegados a mi espalda”.
Si tengo dolor de espalda, esto denota un gran sentimiento de impotencia, frente a una situación presente difícil de tratar y en la cual necesitaría ayuda. La desesperación puede aparecer porque no me siento bastante apoyado en el plano afectivo y padezco también inseguridad.
Tengo tendencia a retener mis emociones y vivo mucho en el pasado. Me quedo vinculado a dicho pasado. Me siento inestable y ansioso.
El objetivo por alcanzar reside en una expresión más activa de la energía divina. Necesito ser transparente en todo, conmigo mismo y los demás, dejando de transportar sentimientos de un pasado cojo para dar paso a un aquí y abajo tranquilo y sereno. Necesito ayuda y ánimo, conectarme con mi ser interior que vela sin cesar sobre mí.
Mi cuerpo me da señales importantes. No hay vergüenza ninguna en pedir ayuda.
Al contrario, es un signo de inteligencia ya que esta ayuda me permite ir hacía delante. Veo importancia en mi propia identidad y soy prudente con mi ego y mis miedos.
Aprendo a comunicar con mi ser interior por la meditación y la contemplación; con él hallaré muchas soluciones y respuestas.
Estar conectado con mi ser interior, es elegir vivir mejor las situaciones de la vida.


PARTE INFERIOR DE LA ESPALDA.Frecuentemente confundida con los riñones y comúnmente asociada al dolor de riñones, este área se sitúa entre la cintura y el coxis.
Es una parte del sistema de sostenimiento.
Dolores en esta región manifiestan la presencia de inseguridades materiales (trabajo, dinero, bienes) y afectivas.
“Tengo miedo de carecer de…!” “Nunca lo conseguiré!”, “ Nunca conseguiré realizar esto!” expresan bien los sentimientos interiores vividos.
Estoy tan preocupado por todo lo material que siento tristeza porque hay un vacío y este vacío me duele.
Incluso puedo fundar mi valor personal en el número de bienes materiales que poseo.
Vivo una gran dualidad, porque deseo tener tanto la “calidad” como la “cantidad”, tanto en lo que a relaciones interpersonales se refiere como a lo que poseo.
Tengo tendencia a tomar demasiadas cosas sobre mis hombros y tengo tendencia a dispersar mis energías.
Intento hacerlo todo para ser amado y me entretengo con la opinión que tienen de mí los demás.
También puede tratarse de una inquietud frente a una u otras personas.
Estoy preocupado por ellas y quizás tengo tendencia en “coger los problemas de los demás sobre la espalda” y querer salvarlos.
Mi impotencia frente a ciertas situaciones de mi vida me vuelve amargo y rehuso someterme, pero tengo miedo.
Este sentimiento de impotencia que puede llevarme hasta la rebelión, podrá conducirme a un “lumbago” o un “dolor de cintura”.
No me siento sostenido en mis necesidades de base y mis necesidades afectivas.
Tengo dificultad en hacer frente a los cambios y a la novedad que se presentan a mí porque me gusta sentirme en seguridad en mi rutina y mis viejas costumbres.
Esto revela frecuentemente que soy inflexible y rígido y que quisiera ser sostenido a mi modo.
Si acepto que los demás puedan ayudarme a su modo, voy a descubrir y tomar conciencia de que tengo el apoyo que necesito. Así me vuelvo más autónomo y responsable.
Si se trata de un pinzamiento de los discos lumbares, pongo probablemente demasiado presión sobre mí mismo en hacer cosas para que me amen.
Ya que se revela necesario un período de reposo, aprovecho para mirar lo que está sucediendo en mi vida y volver a definir mis prioridades.
Al no sentirme sostenido, me vuelvo rígido (tieso) hacía los demás.
¿Tiendo a culpar a los demás de mis dificultades? ¿Me tomo el tiempo de expresar mis necesidades?
Acepto que me único sostén viene de mí mismo. Volviendo a tomar contacto con mi ser interior, establezco un equilibrio en mis necesidades y reúno todas las fuerzas del universo que están en mí.
Estas fuerzas me dan confianza en mí y en la vida porque sé que me traen todo lo que necesito a nivel físico, emotivo, espiritual.
Estoy sostenido en todo momento! Las 5 vértebras lumbares se sitúan en esta área.

L1 = la primera vértebra lumbar L1 está afectada cuando vivo un sentimiento de impotencia frente a alguien o a algo que no me conviene y que tengo la sensación de no poder cambiar, que he de soportar.
Entonces, me vuelvo inerte, sin vida, gasto mucha energía con cosas frecuentemente menores pero las aumento tanto que toman entonces proporciones catastróficas, lo cual puede incluso hacer aparecer un sentimiento de desesperación. Puedo vivir inseguridad frente a aspectos de mi vida, pero no tiene realmente razón de ser.
Quiero controlarlo todo, pero esto no es humanamente posible.
Puedo también vivir conflictos interiores entre lo que quiero hacer y que no me permito.
Esto hace subir en mí frustración, agresividad e ira.
Estos sentimientos endurecen mi corazón si no me libero y amargan mi vida.
Una vértebra L1 en mal estado puede traer enfermedades relacionadas con las funciones de digestión (intestino y colón) o eliminación (estreñimiento, disentería, etc.).
Tomo consciencia del poder que tengo para cambiar el curso de mi vida, y sólo la mía! Vuelvo a establecer mis prioridades para canalizar bien mis energías.

L2 = El estado de la segunda vértebra lumbar L2 depende mucho de mi flexibilidad frente a mí mismo y a los demás. La soledad y la amargura generalmente causadas por una timidez pronunciada son también factores importantes que pueden afectar L2.
Soy preso de mis emociones: al no saber como vivirlas y expresarlas, y al ser éstas a veces vivas y explosivas, pongo máscaras para protegerme y evitar que se pueda ver lo que sucede en mi interior.
Mi malestar puede hacerse tan grande que quiero “adormecer” mi mal con bebida, drogas, trabajo, etc. y L2 hará entonces una llamada de socorro.
Tengo tendencia a ver las cosas en negativo y a vivir en un estado depresivo que veo muy poco porque estoy en un papel de víctima que no me obliga a pasar a la acción o a cambiar cosas en mi vida. Igual como L1, un sentimiento de impotencia y también mucha tristeza afectarán L2.
Soy bastante amargo frente a la vida porque estaría supuestamente disfrutando de los placeres de la vida pero, frecuentemente, no me autorizo a ello a causa de mis obligaciones o por deber, para mostrar el buen ejemplo.
Debo aprender que no he de ser perfecto.
A veces puedo sentirme incapaz o impotente frente a una situación.
No he de culparme por ello o estar enfadado; solo he de ser auténtico conmigo mismo y los demás y expresar simplemente mis penas, mis alegrías, mis dudas, mis incomprensiones, mis frustraciones para estar más abierto frente a los demás y para que L2 recupere vida también.
Se debe recalcar que una vértebra L2 en malas condiciones puede conllevar enfermedades del abdomen, la apéndice o las piernas en donde podría ver aparecer varices.

L3 = la tercera vértebra lumbar L3 se ve sobre todo afectada cuando vivo situaciones familiares tensas o tormentosas. Me impido decir o hacer cosas para no herir y no molestar a los demás.
Pero al hacer esto, me hago daño a mí mismo. Juego el papel de “buen chico” o “buena chica” manifestando una gran flexibilidad.
Pero me vuelvo “bonachón” lo cual me causa frustración, sobre todo si debo poner mis deseos de lado.
Y quizás, también, me ponga de lado, particularmente a causa de mi gran sensibilidad, sin saber mucho como dichas emociones estarán recibidas.
Me vuelvo “paralizado”, incluso impotente, en mis emociones, en mi cuerpo, en mis pensamientos, lo cual impide que se manifieste mi creatividad y todo lo vinculado a ella, en particular la comunicación y la sexualidad que se quedan “rígidas” y “frígidas”.
Para superar el desánimo, debo tender los brazos hacía los demás y atreverme a expresar mis emociones para que mi pleno potencial creativo se despierte y se manifieste.
La mala condición de L3 puede conllevar dolencias en los órganos genitales, en el útero (en la mujer), en la vejiga o en las rodillas, tales como la artritis, la inflamación o dolores.

L4 = Cuando la cuarta vértebra lumbar L4 se rebela, es frecuentemente porque tengo dificultad en transigir con la realidad de todos los días.
Puedo complacerme en un mundo imaginario y esto puede llevarme a vivir en la pasividad, estando un poco cansado de ver lo que ocurre alrededor mío.
Se instala cierta dejadez.
“¿Porqué preocuparse de todos modos?”
Sufro los acontecimientos y no los creo, lo cual me puede dejar un sabor amargo. Igual como L4, necesito protegerme cerrándome porque puedo fácilmente dejarme distraer o influenciar por lo que me rodea, sobre todo por lo que la gente pueda decir de mí, y mi sensibilidad puede estar altamente afectada.
También me rompo la cabeza exageradamente y mi discernimiento está a veces erróneo o carente porque mi mental es muy rígido, lo cual me impide tener una visión global de una situación y en consecuencia soluciones o posibles vías frente a ella.
Entonces quiero controlar en vez de escuchar mi voz interior.
Debo aprender a escuchar ésta para recuperar el dominio de mi vida.
Recupero mi poder de crear mi vida como quiero y recupero el gusto de realizar grandes cosas.
Se debe observar que una vértebra L4 en mal estado puede conllevar dolores en la región de mi nervio ciático y de la próstata en el hombre.

L5 = Puedo preguntarme lo que sucede en mi vida cuando la quinta vértebra lumbar L5 está afectada.
¿Tendría por casualidad una actitud de desprecio o de pereza frente a una persona o una situación?
Puedo vivir un poco de celos, disgusto, frustración, pero sin embargo ya tengo mucho, la vida me ha mimado y tengo dificultad en reconocerlo.
Mi vida está teñida de lujuria (en todos los niveles) y debo aprender a apreciar lo que tengo, y a cultivar mis relaciones interpersonales: tengo dificultad sobre todo en el plano afectivo a ser auténtico y a sentirme bien porque en el fondo de mí, vivo una gran inseguridad y tengo dificultad en expresar lo que vivo.
Por lo tanto, tendré tendencia a ser algo depresivo ya que pasaré frecuentemente de un cónyuge a otro sin saber demasiado porqué sucede esto, sintiéndome “correcto” dentro de lo que estoy viviendo.
Inventaré toda clase de guiones y mi atención siempre estará centrada en los pequeños detalles anodinos, lo cual me impedirá adelantar y pasar a otra cosa.
Cierta amargura puede ensombrecer mi vida e impedirme disfrutar de ésta.
Aprendo a saborear cada instante que pasa y a apreciar toda la abundancia que forma parte de mi vida.
Un mal estado de L5 puede ocasionarme dolores en las piernas, desde las rodillas hasta los dedos de los pies.

La parte inferior de la espalda también forma parte del sistema del centro del movimiento.
Si tengo dificultad en transigir con la sociedad, tanto desde el punto de vista de las orientaciones por tomar como del sostén que espero de ella, puedo vivir frustración o resentimiento.
No quiero “negociar” con ciertas personas o ciertas situaciones.
Mis relaciones personales con mi entorno padecen de ello.
También puedo tener dificultad en aceptar que voy sumando años. “Me hago viejo” y debo amansar lentamente la noción de mortalidad.
Finalmente, la parte inferior de la espalda está muy estrechamente vinculada a los dos centros de energía inferiores, el coxis y el segundo centro de energía que está vinculado más específicamente a la sexualidad.
Si vivo conflictos interiores o exteriores para con ésta, si he reprimido mi energía sexual, puede manifestarse un dolor de espalda.
Las 4 vértebras sagradas y las 5 vértebras del coxis están relacionadas con esta región.
Cuando las vértebras sagradas están afectadas, puedo tener la sensación de que no tengo columna y que necesito a otra persona para sostenerme.
Estoy constantemente “probado” por la vida para ver cuál es mi nivel de integridad y de honradez.
Tengo un enorme potencial pero ¿estoy listo para realizar los esfuerzos necesarios para cumplir mis objetivos?


Las vértebras inferiores son las siguientes:

S1, S2, S3 = Ya que las 3 primeras vértebras sagradas están soldadas juntas, se tratarán juntas. Constituyen un todo.
Reaccionan con la rigidez que manifiesto, con mi estrechez mental en relación a ciertas situaciones o ciertas personas, a mi mente cerrada que rehusa oír lo que los demás han de decir.
Quiero tener el control para sentirme fuerte y en seguridad y, si lo pierdo, voy a estar enfadado, furioso y puedo tener ganas de “pegar una paliza” a alguien por estar tan frustrado y lleno de amargura.
Todos estos sentimientos generalmente tienen su origen en mis relaciones afectivas que no siempre van como lo deseo. La comunicación tanto verbal como sexual, es deficiente, por no decir inexistente, y estoy constantemente volviendo a plantear este tema.
Tengo la sensación de tener que nadar a contra corriente y me siento en un callejón sin salida.
Tengo interés en parar un momento y ver claro en mi vida, a reflexionar sobre lo que quiero y edificar una base sólida.

S4, S5 = Todos los deseos tienen su origen en las vértebras sagradas cuarta y quinta. Si soy capaz de administrarlas bien, si tomo el tiempo de descansar y hacer las cosas que me gustan, S4 y S5 funcionarán bien.
Sin embargo, si vivo culpabilidad, tratándome de perezoso y confrontándome a mis deberes y mi moralidad, juzgando mi conducta “no correcta”, S4 y S5 pueden reaccionar fuertemente.
Tengo el derecho de hacer cosas para mí y a veces evadirme pero debo evitar que esto se vuelva un medio de huida, evitando que me enfrente con mis responsabilidades.
En ese momento, la pereza puede no estar benéfica: me mantiene en un estado pasivo de cansancio que me impide ir hacía delante.
Por esto, en casos extremos, también estarán afectados mis pies.
El único modo de curar el sacro quebrado o roto, es la inmovilidad física y el tiempo.
El sacro está vinculado al segundo centro energético que se sitúa al nivel de la primera vértebra lumbar.
Un desequilibrio de este centro energético puede aparecer en las dolencias físicas siguientes: referente a los órganos genitales, puede haber infertilidad, frigidez o herpes; en cuanto a los riñones: cistitis, cálculos; en lo referente a la digestión y la eliminación: incontinencia, diarrea, estreñimiento, colitis, etc.
Las desviaciones de la columna vertebral (escoliosis) nacen generalmente a este nivel y conllevan con ellas dolores de espalda.
El segundo chakra o centro energético, influencia mis relaciones con mi entorno y un malfuncionamiento de éste, que afecta mi sacro, será el signo de mi estrés, mis angustias, mis miedos y mi tendencia depresiva que debo aprender a administrar.
En cuanto al coxis, está vinculado al primer chakra, o centro de energía, sede de la supervivencia.
Representa el fundamento de mi sexualidad, la realización adecuada de mis necesidades de base (sexualidad, alimento, protección, techo, amor[2], etc.).
El coxis está formado de cinco vértebras coxigianas que están soldadas juntas.
Representa mi dependencia frente a la vida o a alguien más.
Hay muchas probabilidades de que mi cuerpo me diga que tengo que descansar cuando me duele el coxis.
Es mi inseguridad la que se manifiesta en relación con mis necesidades de base, de supervivencia, en particular el hecho de tener un techo, alimento, vestidos, etc.
El alimento aquí se refiere a las necesidades físicas como emocionales y sexuales. Cualquier persona necesita amor en su vida.
También necesita comunicación mediante relaciones sexuales con uno o su pareja. Estas necesidades generalmente se niegan y reprimen, sobre todo a causa de los principios morales y religiosos, lo cual lleva a la insatisfacción.
Puedo sentirme entonces impotente en todos los sentidos del término y hay una ira incubando dentro mío.
Quiero huir de cualquier situación que hace daño a mi sensibilidad y frente a la cual puedo vivir culpabilidad.
Debo poner mi orgullo de lado, es decir mis miedos.

Debo confiar en la vida y sobre todo hacer confianza en mi capacidad por expresarme y asumirme.
Cuando siento dificultades vinculadas con este aspecto de mí mismo, compruebo interiormente hasta qué punto estoy (quiero ser) dependiente de una persona que, conscientemente o no, satisface ciertas necesidades de mi vida.
Soy capaz de cumplir mis propias acciones, de ser autónomo.
Es posible que las personas con las cuales me vinculo sean mucho más dependientes afectivamente que yo y que tengan necesidad de este tipo de relación.
Acepto ver hasta qué punto hago muestra de independencia y vigor en mi vida.
Debo soltar cualquier sentimiento de inquietud frente a mis necesidades de base y tomar conciencia ahora de las fuerzas que me habitan y afirmar que soy la persona mejor colocada para garantizar mi propia supervivencia.
Al estar vinculado el coxis con el primer chakra, un desequilibrio al nivel de este centro de energía puede conllevar desordenes físicos, los más corrientes tocando el ano o el recto (hemorroides, irritaciones), la vejiga (trastornos urinarios, incontinencia), la próstata.
También se puede encontrar dolores en la base de la columna vertebral, una toma o pérdida de peso considerable (obesidad, anorexia) y una mala circulación sanguínea al nivel de las piernas (flebitis), manos y pies.
Estos males dan una indicación de la necesidad de volver a equilibrar este centro de energía.

Vértebras dorsales: el modo de identificar cada una de ellas es por la letra D que designa “dorsal” seguida del número secuencial de la vértebra.
Otro modo también es usar la letra T para designar las vértebras torácicas, y es lo mismo.

Amor: El amor aquí referido es como el amor de una madre para su hijo.
Cuando está afectado mi coxis, puede que viva el miedo a perder o no tener como mínimo un amor similar al que un hijo está en derecho esperar de su madre.
Se trata aquí de este tipo de amor y no de una relación amorosa entre adultos.


FUENTE: EL GRAN DICCIONARIO DE LAS DOLENCIAS Y ENFERMEDADES... Por Luis Hdez. "El Código de Sanación Emocional " C.S.E.® Master and Founder.

viernes, 17 de febrero de 2012

La Curación es un Proceso de Responsabilidad

Existe un factor muy importante en todo proceso de curación que, por lo general, suele pasarse por alto o no se le presta la debida atención. Nuestro cuerpo posee una sabiduría infinita y sólo nosotros como individuos somos responsables de nuestra propia curación.
Asumir la responsabilidad y aceptar nuestra participación en lo que nos sucede es nuestra obligación. Sólo podemos solucionar los problemas de la vida si nos enfrentamos a ellos, dando la cara y resolviéndolos de forma definitiva.

Antes de resolver un problema, nos corresponde identificar la responsabilidad que tenemos con respecto a ese problema. No podemos esperar que otra persona solucione nuestros problemas.

Existen muchas personas que afirman desear curarse, pero en su fuero interno esto no es verdad. Ello puede deberse a dos causas:
1. Vergüenza, sentimientos de culpa y una falta de amor propio o autoestima.
2. Se "aprovechan" (consciente o inconscientemente) de su enfermedad. Este "aprovechamiento" consiste, en la mayoría de los casos, en evitar o ahuyentar los propios problemas, obtener la atención o la compasión de los demás, poder controlar de este modo a otra persona o una situación o incluso vengarse de la situación de sufrimiento actual.

La responsabilidad de cambiar y curarse radica en el paciente, no en el terapeuta.
- La persona deberá mostrarse realmente dispuesta y capaz de liberarse de la necesidad de un problema a todos los niveles del ser, ya sea de forma consciente o inconsciente.
- La persona ha de mostrarse realmente dispuesta y capaz de aceptar todos los beneficios de un cambio y la curación en todos los niveles.
- La persona ha de tener la intención y la firme resolución de llevar a cabo realmente cambios positivos en su vida.

Así pues, la decisión de participar activamente y dar los pasos necesarios para lograr y mantener la salud constituye un aspecto esencial en la curación y el desarrollo de las personas. El éxito sólo se obtiene si se trabaja con objetivos definidos y de forma creativa.
Es probable que no acabemos de comprender las razones que nos impulsan a actuar de un modo y no de otro; sin embargo, su existencia es absolutamente real.

Es fundamental que consideremos como falaces las supuestas ventajas que nos prometen los modelos firmemente arraigados, para poder liberarnos de las condiciones que nos inhiben.
Una verdadera curación implica asumir responsabilidades al respecto, así como comprometernos y encarar nuestros pensamientos, creencias, emociones, conductas y actos, responder de ellos y actuar en consonancia. Se trata de una decisión tomada conscientemente que procede de nuestro interior.

En la medida en que eliminamos y nos libramos de nuestros "trastos viejos" y nuestro "exceso de equipaje", comenzamos a entrever la alegría y el humor en nuestra vida.
De ti depende que puedas desarrollar una nueva conciencia e incorporar en tu vida los cambios que resulten de esta nueva actitud. También depende de ti, decidirte a dar todos los pasos constructivos y necesarios para alcanzar una salud integral y el éxito en la vida.

Está en tu mano elegir entre dejarte influir como víctima de las circunstancias ajenas o asumir la responsabilidad personal de tu propia vida.
Son los pequeños cambios en nuestra percepción los que dan lugar a las grandes transformaciones significativas.

jueves, 2 de febrero de 2012

Ejercicio de Descarga de la Tension Alta

Si se padece tensión alta se puede meditar sobre dos puntos para eliminar el exceso de presión. Estos son el Ming-Men, sobre la columna y directamente opuesto al ombligo (entre la L1 y la L2) y el Yong-Quan (punto R1), en la planta de los pies.

Para localizar el Ming-Men, colocar un cordón alrededor de la cintura a modo de cinturón, colocarlo completamente horizontal y que cruce el ombligo. El Ming-Men se encuentra donde el cordón pasa por la columna. Cuando uno se dobla hacia atrás por la cintura, el punto se nota como si hubiera un agujero en la columna.

El otro punto, el Yong-Quan, se encuentra en el pie. Cuando se aprietan los dedos, es el punto central más hondo de la planta del pie.

Una vez encontrados los dos puntos en ambos pies, pegar a ellos con una cinta adhesiva unas bolas pequeñas y espinosas tales como una nuez o un simple hueso de semilla. Colocar ambas manos en la espalda y presionar con fuerza sobre la bola espinosa mientras uno se concentra en el punto Ming-Men. Esto hace que el chi y la sangre se dirijan allí.

Después de sentir que la energía fluye al Ming-Men, dirigirla hacia la columna y las piernas hasta el Yong-Quan. Hacer presión sobre la bola para sentir la columna claramente. En casos críticos puede ser preciso un mes o dos para conseguir que la energía llegue al Ming-Men y de allí al Yong-Quan.
La fuerza desequilibrada saldrá del cuerpo por estos dos puntos.